El Paraiso de las Magnolias I

Hace unas semanas un amigo re-encontrado, me sugirió escribir sobre mi experiencia con familias reubicadas por CMA en San Marcos. Meses atrás, otro amigo me increpaba sobre la importancia de escribir y compartir experiencias como una forma de cerrar ciclos. A un año de la última reunión con el autodenominado “Equipo Antamina”, y habiendo abandonado casi por completo mis esperanzas de sacar una publicación en conjunto, me decidí a escribir lo que en términos eclécticos sería un esfuerzo catártico de cerrar una Gestalt a través de la discusión cognitiva de las interrelaciones sistémicas del equipo con su contexto. O en cristiano: Mis impresiones y conclusiones.

ADVERTENCIAS:
No vale picarse!!!
Debido a la extensión, divido estas reflexiones en partes:

Noqayku
Empezaré refiriendo que de las 8 personas que éramos inicialmente, a la fecha sólo mantengo contacto con 3. Creo que este proyecto se caracterizó desde sus inicios por los conflictos internos. Para no relatarlos, sólo señalaré las lecciones aprendidas en orden cronológico:
1.- Si gestionas un proyecto, negocia apropiadamente tus condiciones.
2.- Si nombras un coordinador bajo el criterio de “punto medio”, cerciórate que el equipo lo vea como tal.
3.- No te esfuerces demasiado en hacer visible tu trabajo, o te verán como “serrucho”.
4.- El no tomar una posición, es ya una posición.
5.- Cuando te veas forzado a tomar partido por un sector, primero asegúrate de la lealtad de tus socios.
6.- No apoyar INCONDICIONALMENTE, nunca. Menos por amistad.
7.- No trabajes en pareja con alguien que hace menos y se promociona más que tú.
8.- Si la “cabeza mayor” malversa, no esperes que el mando medio se más honesta.
9.- Ten tu propia base de datos alternativa, en caso tu(s) colega(s) incumpla(n) con sus funciones.
10.- No extiendas demasiado el periodo de evaluación.
Seguramente el resto del equipo agregaría otros más, pero considero este es un decálogo harto útil.

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