Monólogo de una Resolución Ministerial de Educación


Hoy, soy la Resolución Ministerial Nº 0325-2007-ED, nací el día de la independencia de los EEUU, el 4 de julio, el año 2007, como mi nombre lo dice. Me han pedido que cuente mi historia, así que empezaré diciendo que yo fui concebida en una reunión de señores enternados en San Borja. Allí, mi papá legal (el que firmó mi acta de nacimiento) le encargó a una Sra. M. y aun Sr. A. que me crearan. Pero ellos no tenían tiempo para mí, en realidad, la Sra. M. dijo ni bien salió de la reunión, que yo no era tarea suya, que ella es pedagoga, que su oficina ve aspectos pedagógicos, no legales, pero que como Idel se lo pedía, lo iba a hacer. Así, M le encargó a Juan que apoyara al Sr. A de asesoría jurídica para que me hagan en menos de un día. Mi creación era prioritaria. Pero el Sr. A tampoco tenía tiempo para mí, y le dijo a Fidel que se hiciera cargo. Así es que me gesté en el vientre de la PC de Fidel, en el primer piso del pabellón C del Ministerio de Educación en San Borja. Para mí, Fidel es mi mamá y Juan mi papá, entre los dos me hicieron.

Mi mamá Fidel se preocupó por ver mi árbol genealógico. Por eso yo sé que formo parte de una gran familia, donde hay otras Resoluciones Ministeriales como yo, pero también están los taitas Decreto Supremo, las abuelas Leyes y los abuelos Reglamentos a quienes hay que obedecer; dicen también que la gran matriarca es Doña Ley General de Educación, que es la única que habla directamente con la Señora Consitución Política y otras Señoras Leyes de su rango… pero yo soy muy pequeña y no podré nunca relacionarme directamente con ella, a decir verdad, creo que ni siquiera mi mamá Fidel la conoce realmente, por más que mamá sea abogado. Fidel también cuidó que yo tuviera todas mis partecitas completas, ahí se peleaba con mi papá Juan, que quería que yo saliera rápido y que no estuviera todo mi árbol genealógico. Pero mamá insistía en que yo debía tener un marco y una base legal, recuerdo que decía que yo era muy pequeña para mandar lo que iba a mandar, que se necesitaba a alguien más grande que me respaldara… y ahí papá le recordaba que el encargo era nacer pronto, así que finalmente quitaron la parte de mi árbol genealógico que debía ir al inicio, porque además decían que yo me contradecía con esas señoras leyes.

Por momentos pensé que mamá no me quería y que me iba a abortar, cada vez que abría mi documento en Word para verme, renegaba, qué por qué tenía que hacerme, que estaba cansado de ese trabajo, que estaría ganando más en un estudio de abogados. Papá Juan parecía interesado en mí, pero quería que mamá me hiciera más rápido. Varias veces pensé que ya iba a nacer, pues sentía cómo salía a través de la impresora y me emocionaba… pero al final, solo me leían mis padres o algún tío de asesoría jurídica o de EBA donde estaba papá Juan. Recuerdo que una vez me querían llevar donde un señor que se suponía que sabía mucho, pero luego dijeron que mejor no, porque ese señor era del sindicato y que yo estaba en contra del sindicato. ¿Pero cómo podía estar yo en contra del sindicato si no sé ni lo que es eso? Igual, la mayoría de esas versiones de mí terminaron rotas en pedazos, en un tacho de basura o como individual presenciando la charla de almuerzo de mis tías, que más bien estaban preocupadas porque les renovaran el contrato, algunas de ellas me volteaban y me leían para luego decir que yo no era interesante, que era “una más”. Pero papá Juan nos decía siempre a mí y a mi mamá que yo era importante y debía nacer pronto. Hasta que de pronto, papá llamó al anexo de mamá. Pero se le escuchaba distinto, apurado, enojado. La Sra. M. decía que Idel decía que José Antonio decía que Jorge y Alan decía que yo debía nacer de inmediato porque ya se estaba iniciando la huelga de profesores que antecedía al paro nacional, y Jorge y Alan quería que yo naciera pronto para evitar la huelga y el paro.


Mamá decía que yo no estaba lista, que si nacía ahora, cualquiera me podía matar… pero luego cambió de opinión. Me imprimió. Me engrapó a otra hoja. Me llevó con la secretaria. La secretaria le puso un sello a la hoja que me acompañaba. Anotó también la fecha y la hora. Yo pensé que ya nacía pero lo que pasó es que me llevaron con el jefe de mamá. Él escribió algo que no entendí bien, me firmó y me devolvió a la secretaria con cara de enojado. La secretaria me llevó con mamá. Mamá me volvió a escribir en su PC. Me arrugó, me botó, y me imprimió nuevamente, a mi nuevo yo. De nuevo me llevó donde la secretaria con otra hoja engrampada. La secretaria con el jefe de mamá, el Sr. A. El Sr. A llamó a la Sra. M. y me leyó en voz alta. La Sra. M. dijo que ya me mandaran de una vez. Yo estaba asustada y entusiasta a la vez… ¡Parecía que iba a nacer pronto!

El Sr. A. me había dejado con su secretaria, que llamó por teléfono a un señor bajito de lentes oscuros para que me llevara hasta otra oficin. Llegué cerca de donde habían estado los señores enternados decidiendo mi creación. Ahí me leyó primero un señor, quien dijo que mi redacción y lo que yo decía estaba bien… Entonces me llevó con José Antonio para que me leyera y me firmara. Estaba emocionada, era como mi acta de nacimiento, él había querido que yo naciera y ahora me daba vida. Pero no fue como yo esperaba. Una secretaria me acomodó con otro montón de papeles – eso sí, yo iba encima de todos- y José Antonio, sin leerme, apenas preguntó quién era yo. “La RM por lo de la huelga” “Ah, sí (firmó) ya está, ¿por qué se demoraron tanto? Ya había encargado que hicieran otra”

La verdad quedé algo decepcionada, esperaba que siquiera me mirara. Es por eso que para mí, mis padres verdaderos son Fidel y Juan, en especial Fidel que fue quien me gestó por casi un día completo en su PC. Después de esa decepción con mi papá legal, me llevaron a una oficina donde sacaron un montón de copias de mí, también me escanearon para colgarme en la página del Ministerio de Educación, y finalmente un joven me cogió para mandarme por fax. Ya estaba a punto de hacer mi viaje por los cables de teléfono, cuando preguntó si me debía mandar a nivel nacional o solo a las regiones a las que yo afectaba. ¿Yo afectaba a alguien, eso era bueno o malo? Fue la primera vez que me pregunté realmente para qué había sido hecha yo. Sí ya sé, ustedes dirán que las normas como yo, no se hacen preguntas existenciales de ese tipo, pero se supone que tampoco escriben monólogos. En todo caso, posiblemente sí se hagan esas preguntas mis creadores, ¿habrá estado mamá Fidel de acuerdo con lo que yo ordeno? ¿Y papá Juan? ¿Y si no están de acuerdo, por qué lo hacen?

Finalmente le ordenaron al joven de enviarme únicamente a las Direcciones Regionales y Unidades de Gestión de Callao, Lima Metropolitana y provincias. Ni bien fue dada la orden, empecé a correr por los cables de teléfono, a veces me reciben delicadamente del otro lado, me engrapan y me llevan a conocer las distintas Unidades de Gestión Local - UGEL, otras veces nadie se da cuenta que llegué y termino en el piso, esperando que la secretaria me engrape y me lleve con el director de la UGEL. Luego me amontonan con otros papeles, a veces con un tampón rojo o un papel lustre rojo me catalogan de “URGENTE” o “IMPORTANTE”. Por lo general es la secretaria quien hace eso, si no se le ocurre a ella, nadie más lo hace… Y claro, casi nunca está el director de la UGEL, así que tengo que esperar con el otro montón de papeles, a veces un pisa papel encima y debo aferrarme para que el aire del ventilador o la ventana no me haga ir, porque además yo siempre soy a la primera que tiene que ver. Bueno, no siempre, a veces pasan las horas, oscurece y veo como corretean las cucarachas y los ratones a mi alrededor, amanece un nuevo día, y llega otra RM o incluso insulsas RVM o Directivas, supuestamente más urgentes o importantes que yo, y se colocaban encima mío. Cuando finalmente el director o la directora de la UGEL me iba a leer, de pronto no me tomaba la importancia debida, a lo mucho me colocaron en una pared para que todos me lean, y la verdad no sé si era en reconocimiento a mi importancia o para que todos se burlaran, porque a la larga, decían que yo no podía detener algo que ya se había iniciado. El calendario a mi costado señalaba que era ya el 6 de julio, “día del maestro”.

Mientras tanto, mi versión electrónica es enviada por mail al encargado de la página web del Ministerio, pero él necesita además una orden escrita para poder colocarme en la página y que todos me lean. Mientras tanto, él me reenvía a un grupo de sus amigos por un correo no oficial… llego a otras pantallas, pero esta vez no son del Ministerio, son pantallas diversas, distintas, las personas detrás de esas pantallas me toman en serio, pero hablan mal de mí, y de mi papá legal, dicen que él y yo pretendemos infundir miedo. Otros, dicen que soy ilegal (¿ilegal como los latinos en EEUU?) y que me han creado para detener y oprimir al pueblo que lucha por sus derechos. Yo trato de recordar lo que decía mamá al crearme, lo que le dijeron los enternados al pedirle a mamá que me hiciera, y sólo recuerdo que yo era necesaria para detener esa huelga que iba a hacerles daño a todos ellos. Era su héroe. Ahora, para estas personas, soy la villana, la mala, pero yo sigo siendo la misma pequeña Resolución Ministerial: unas cuantas líneas digitadas en un programa Word, impresas en un papel, faxeada a toda Lima y enviada por correo electrónico.

De esa manera es que lleguée donde mi tía Candelaria, para la que estoy contando mi historia, ella me busca en la página web del MED, pero aún no me habían colocado. En mi lugar encuentra otra Resolución Ministerial, sobre la cual ella alerta a sus amigos, advirtiéndoles que no envía la RM por correo, porque la pueden detectar, pero que sí pueden ver la información que es pública y está en la web. No es que yo y mis hermanas no fuéramos pública, sino que mi tía no estaba autorizada para enviarme a esas personas advirtiéndoles de mi, repito, advirtiendo, o sea que para ella, también soy mala. Dicen que yo soy una violadora. Que violo un derecho humano consignado en tratados internacionales más poderosos que la Gran Constitución Política, y que también violo a la Constitución y a las Señoras Leyes Laborales. ¿Todo eso hago yo? Debo hablar con mamá Fidel que me creó y debe saber si es cierto. No, mejor hablo con mi padre legal, con José Antonio, él le ordenó a mamá crearme, él me firmó, él me dirá que todo son exageraciones, que yo soy incapaz de violar a nadie.

Junto con mis otras hermanas RM somos el tema de conversación del día en el MINEDU. Algunos elogiaban a José Antonio, otros lo criticaban, y en realidad, no esclarecían mis dudas, ya que o bien la huelga era buena o era mala, entonces si la huelga era buena, yo era mala, pero si la huelga era mala, yo era buena. Es todo lo que puedo concluir. Para algunos la huelga era mala porque el sindicato estaba equivocado, pero para otros, el sindicato tenía la razón. En realidad, de todas las conversaciones que se daban en torno mío, ninguna explicaba realmente cuál era el problema. Algo no muy distinto encontré en la Internet, donde me adjuntaron a algunos correos que apoyaban la huelga, y que exigían justicia y mejores condiciones para los profesores; pero tampoco entendía muy bien lo que querían, habían unos párrafos demasiado largos, demasiadas citas al Che Guevara, a Mariátegui, demasiadas consignas, poemas y frases hechas, demasiados destinatarios, que me es imposible enumerar ahora.

Era evidente que esos días se estaba desarrollando la huelga, mi mamá Fidel un día se asomó por la ventan del edificio para ver a los huelguistas marchando, luego cerró la ventana para que no lo molestara el ruido. Mi papá Juan no tenía ventana hacia fuera, así que fue a otra oficina, miró, dijo que eran bastantes y cuando pretendía volver a su sitio, se encontró con un grupo del sindicato que le lanzó una mirada despectiva, y alguien comentó por ahí: “este es contratado, ya se irá”. Luego, al cabo de unas horas, quizá días, ya nadie hablaba del tema, nadie me reenviaba por correo, y no estoy segura si finalmente llegaron a colgarme en la página web. Había perdido completamente mi importancia y mi urgencia.

Justo ahora estoy perdida, nunca llegué al distrito de Laraos de la UGEL Yauyos en Lima. Estoy en una caja con un montón de otras RM, RVM y reglamentos esperando a que la próxima vez que venga el director del colegio, la secretaria se acuerde de entregarnos a todos juntos. En este tiempo ya me enteré de qué es lo que hago: declaro ilegal la huelga del Sindicato Único de Trabajadores de Educación del Perú. Pero no soy la única RM que hace lo mismo, mis otras dos hermanas, RM Nº 0326-2007-ED y RM Nº 0329-2007-ED también dicen que esa huelga es ilegal. La 0329 me reconoce a mí y me cita como antecedente sobre la que se basa, así que es mi hermana menor, pero por otro lado, es mayor porque ella tiene alcance nacional. Me cuenta que hay otras dos más la 0327 y la 0328, pero ni siquiera han llegado hasta acá. Nosotras tres fuimos faxeadas, se supone que las 027 y 028 corresponden a otras regiones y por eso no las mandaron aquí. Hay un rumor, que va a llegar otra norma que nos va a anular a todas las que estamos por acá y más al sur. Todas nosotras fuimos creadas de la misma manera, con la misma prisa en diferentes PC, y cada una tiene una mamá diferente, aunque a todas nos ha reconocido José Antonio, nuestro padre legal. Dicen que a los maestros de las zonas de desastre que hicieron la huelga y se les descontó su sueldo por esa causa, se les va a rembolsar porque han sido víctimas del terremoto y ahora José Antonio quiere que empiecen a dar clases y trabajar pronto. Es decir, a ellos les cortaron el sueldo porque mis hermanas y yo establecíamos que su huelga era ilegal, si anulan nuestros efectos es como si nos anularan a nosotras. Entonces, ¿en verdad éramos malas?, ¿tenía razón mamá Fidel cuando decía que no estaba lista y cualquiera me podía matar?

Quisiera aprovechar de pedirte un favor, si vas a Laraos, háblame de mi con el director del único colegio, dile que no ha sido mi culpa no llegar a tiempo, que espero que mis otras hermanas resoluciones que lo puedan apoyar ahora que está terminando su último año como director con el colegio derrumbado por el sismo.

Gracias.
RM-0325-2007-ED
PD: No crean que me he olvidado que además de maestros hay estudiantes, sucede que en mi recorrido jamás me encontré con ninguno, tampoco eran parte de las discusiones sobre si yo era buena o mala, y si alguien me utilizó como argumento, no llegó a relacionarme con ellos, parece que la preocupación iba por otro lado, ¿no?

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