Eduquemos niños, no agresores


Un grupo de adolescentes utiliza IA en su propio colegio para transformar en material pornográfico las fotos de sus compañeras.[1]

Cuatro escolares violan y filman a su compañera, viralizando el video.[2]

A otro estudiante sus compañeros lo acosan con objetos por considerarlo homosexual. [3]

 

Todos son casos reales, el primero el que se hizo mediático más recientemente. Podría agregar uno de los primeros que atendí, de una adolescente violada y embarazada por su hermano, también menor de edad.

Más allá de la primera reacción en solidaridad con las víctimas y atenderlas integralmente, cuando el agresor es también un niño, un adolescente, nos preguntamos:

¿Qué hace que un niño se convierta en agresor a tan temprana edad?

No redundaré en predisponentes de personalidad, psicopatías y otros rasgos intrínsecos, neurológicos o biológicos, porque estos no determinan la manera en que se canalizan estas tendencias violentas. En otras palabras, que la inclinación a la agresión se exprese en ciertas formas de agresión sexual se relaciona con el contexto y comportamientos aprendidos. En ello nos centraremos.

Los niños y adolescentes que agreden, han aprendido, sea en casa o en los medios de comunicación, tal vez con sus amigos del colegio o en el barrio, que las mujeres y las diversidades sexuales pueden ser violentadas, usadas, menospreciadas.

No es un aprendizaje formal. Aparece en las conversaciones, en la publicidad, los realities, las noticias, y en el silencio de sus docentes.

Cada año de escolaridad en que se evita tratar la sexualidad en el aula, desde el inicial hasta la secundaria, es un espacio que se regala a los mensajes misóginos y homofóbicos de la sociedad. Aunque, no solo es evitar tratar la sexualidad en el aula, sino cómo la tratamos.

Lo poco de prevención de violencia sexual que se imparte en las escuelas está centrado en que las potenciales víctimas eviten situaciones de riesgo y denuncien. Pero casi nada se hace para evitar que los niños se conviertan en depredadores sexuales, en agresores homófobos o maltratadores.

Imagina que como madre o padre te llaman del colegio para decirte que tu hijo violó en manada a una compañera. Lo primero seguro será la negación, pero llegando a la fase de aceptación, surgen infinidad de preguntas e inquietudes, ¿terminará en la cárcel?, ¿habrá sido también víctima?, ¿de dónde surgió la idea?, ¿por qué? Y aunque las respuestas están en el entorno inmediato, inevitablemente la inquisición caerá en la escuela, más si esta ha sido escenario de la violencia.

Entonces vendrán los pedidos de “mano dura”, castigos y más horas de religión. Pero es muy probable que todo ello ya lo estuviera haciendo la escuela, y lo que realmente hace falta es Educación Sexual Integral.

A través de la ESI educamos en el respeto y relaciones de género saludables. Prevenir la violencia no solo es alertar a las víctimas, sino también evitar futuros ofensores.



Si ningún niño se convierte en agresor durante su infancia y adultez, ya no habrá más violencia sexual o de género.


Esa es la utopía que traigo hoy.

#NiñosNoAgresores




[3] Testimonio en reseña de estudio: “¿Cómo así rarito? – No habla como hombre sino un poco con dejo de mujer. ¿Y a él le suelen molestar también? – A él es al que le meten el lapicero en el trasero”. Estudiante IE, Perú. En: https://archivo.kaosenlared.net/era-como-ir-todos-los-dias-al-matadero-cifras-y-testimonios-de-bullying-homofobico-en-peru/

Comentarios

Brenda ha dicho que…
Los padres de familia deben ser educados para que dejen de normalizar muchos comportamientos. Gracias por los alcances.
Elsa ha dicho que…
Gracias Candelaria por tus aportes reflexivos, ciertamente aún hay mucho por trabajrse, desde las autoridades y el poder que ejercen, el presupuesto que se maneja y como se distribuye para la escuela y el sector educativo; pero aún más significativo, es el rol de las familias.. y el escenario con el que se hacen las crianzas.

Abrazos.

Elsa.
Christopher ha dicho que…
Le pasó a mi hijo en el colegio, pasa a menudo, esta es una buena forma para generar empatía y conocimiento en los chicos...podrías llevarlo a algún espacio con mas transito...