La violencia cotidiana

Hoy lunes retomas tu rutina. Tienes algo de temor de cómo vayan a resultar las cosas. Escuchaste a la vecina comentar que el mes pasado dispararon al bus de la línea que debes tomar hoy. Te miras al espejo para transmitirte confianza, recuerdas que verás a tus amigos y que tu mochila nueva es espectacular. Coges a tu hermanita de la mano y cierras bien la puerta de la casa, mamá salió de madrugada a trabajar y papá lleva dos fines de semana sin visitarte. Haces que tu hermanita se persigne y enrumbas con ella al colegio.

En la radio del bus escuchas que un colegio particular está siendo extorsionado y pasaron a clases virtuales. Piensas que también preferirías quedarte en casa, pero que amenacen a tu colegio debe ser realmente feo. Tu hermanita pregunta dónde queda Comas, le respondes de manera breve que está lejos y no se preocupe. En realidad, tampoco sabes dónde queda.

Están en el segundo carro que tomas para llegar y mientras juegas con tu hermana a contar cuántas motos pasan, notas una humareda no muy lejos de ahí. 

Una señora te pide cerrar la ventana y se queja que llevan días sin apagar ese incendio. Te dice que cuando pasen vuelvas a abrir, pero ahora no hay que dejar que ese humo entre. Le haces caso.

El tráfico es intenso, pero falta poco para llegar, le dices a tu hermanita que guarde el celular. Con la ventana de nuevo abierta y parados alguien podría robarles.

Estando cerca del paradero ves que a dos asientos está viajando el chico que te gusta. Te sonrojas un poco y apuras a tu hermanita para avanzar hacia la puerta mientras saludas al chico. El timbre del bus está malogrado así que los tres empiezan a gritar “¡bajan!” Pero el chofer no hace caso. Los demás pasajeros hacen bulla, y finalmente el bus los deja dos cuadras más lejos. Deben correr para no llegar tarde, pero tu hermanita no sigue tu ritmo ni el de tu compañero, así que tienes que sujetarla fuerte para que no la atropellen al cruzar la pista.

Al fin llegan y el auxiliar en la puerta te recrimina el largo de tu falda. Le explicas que aún no te han podido comprar una nueva… El auxiliar se agacha y coge el final de la falda para asegurarse que le hayan bajado la basta. Tus compañeros van entrando y ven la escena, estás incómoda, pero no quieres pelear con el auxiliar el primer día. Finalmente te deja pasar con una advertencia.

La formación está por iniciar. Buscas la fila de primer grado para ubicar a tu hermanita y despedirse. Le colocas un gorro para que se proteja del sol, pero cuando vuelves la vista, notas que la profesora se lo ha decomisado.

 Suspiras y piensas que buscarás a la profesora en el recreo, ahora debes formarte. Pasas por en medio de la fila de varones y te silban, hacen comentarios sobre tus caderas y que les gusta tu falda. “Vieron lo que pasó con el auxiliar”, piensas. Quieres contestar algo y defenderte, pero empiezan a tocar el himno.

Ya en clases la rutina vuelve. El profesor de educación física será tu tutor este año, te sientes mal por tu amigo que no le gustan los deportes, porque ese profesor siempre lo molesta de maricón. Intentas consolar a tu amigo y conversan al respecto durante el recreo.

¡Casi olvidas ir por el gorro de tu hermanita! La profesora dice que, si los demás soportan el sol, tu hermana también y que busques el gorro a la salida.

La última clase es de matemáticas, el sol de mediodía cae sobre tu carpeta haciendo difícil que veas la pizarra. Pides cambiarte de sitio, pero notas que toda el aula tiene el mismo problema porque es un agujero en el techo que no lograron reparar. El timbre suena y el profesor no termina la clase, te armas de valor para levantar la mano y pedir ir por tu hermanita. No te dan el permiso.

Sales corriendo a buscar a la profesora de tu hermanita por el gorro, pero la maestra ya se había ido. Le preguntas por su día a tu hermana y enrumban a casa.

Hoy sobreviviste al acoso, a la mala infraestructura, al tráfico y al clima de extorsión. Estás rodeada de violencia, pero quieres ser profesional para ayudar a tu mamá, y por eso te esfuerzas en el colegio.

Mañana será otro día al que deberás sobrevivir.

Solo al salir notas una gigantografía con el logo del Ministerio de Educación, que dice:

Volvemos con punche!"

 

 

 

Comentarios

Koke Contreras ha dicho que…
Leía y recordaba GDBG del disco "Buscando América" de Rubén Blades con Seis del Solar, hasta sentía la percusión en una ciudad hostil la cual amo con locura. Gracias.