El patito feo de los gremios

La Comisión de la Verdad y Reconciliación señala con contundencia que la colectividad más afectada en términos de víctimas fueron los indígenas, hablantes de una lengua distinta al castellano. Pero pese a que dedica un capítulo al tema de la educación, y pese a los esfuerzos de estudiosos como nuestro entrañable Carlos Iván Degregori, no se ha develado con claridad que posiblemente el magisterio sea el colectivo profesional más afectado por el conflicto armado interno, por las FFAA y por SL.

Sostengo ello, no solo porque SL se infiltró y utilizó a maestros para difundir su ideología y para la lucha armada, ni por la cantidad de profesores y profesoras víctimas y victimarios, sino por la imagen negativa y estereotipada que se construyó en esos años sobre esta colectividad.

La carrera docente está devaluada porque el mercado la convirtió en poco rentable, haciendo que quienes se incorporan no sean siempre las personas más idóneas, sino que se rompió la promesa del progreso por el estudio, y por ello algunos maestros fueron presa fácil de la ideología senderista. Pero además, la carrera docente ha sido desacreditada, al punto de convertirse en marginados.

La última gran movilización del SUTEP (mayo-junio de 2007) en contra de la implementación aprista de la Carrera Pública Magisterial (hoy criticada por la intelectualidad educativa y la comisión de transferencia) no recibió apoyo de nadie. Se prefirió creer que se trataba de un grupo de ineptos “comechados” en vez de sopesar objetivamente qué de auténtico y qué de falso había en su reclamo. Tras un mes de movilizaciones, recién la CGTP convoca a un paro nacional, pero levantando otras demandas. Mientras tanto, los maestros se convirtieron en un globo experimental para poner a prueba la normatividad de criminalización de la protesta social, y veríamos a piquetes de 5-6 maestros en las esquinas a quienes se les había arrebatado su derecho constitucional a la protesta, la libertad de reunión y expresión.

Estas medidas fueron respaldadas por la población, la opinión pública, el resto de la comunidad educativa, y por tu silencio y el mío. Las medidas fueron respaldadas conjuntamente con el discurso de que quienes protestaban eran docentes ineptos amarrados a un sindicato dirigido por comunistas-terroristas-de-patria-roja que los manipulaban, mientras que el tecnócrata Chang y el honesto García solo querían el bienestar de los indefensos niños peruanos.

Toda la comunidad educativa sabe tiempo atrás de las malas políticas y corrupción en el sector durante estos 5 años. Todos, funcionarios, intelectuales y profesores no agremiados, pero los llamados a protestar, los docentes organizados ya habían sido desautorizados por el resto de la comunidad educativa.

Desconozco qué batallas históricas, qué debates prolongados, qué desencuentros fatales han ocurrido entre el sindicato de profesores, los demás sindicatos y la intelectualidad educativa. Tampoco debatiré sobre la injerencia del MNI y/o Patria Roja en el SUTEP o si los sindicalizados creen en Marx, Mao, Fidel, la lucha armada, ni de su relación de enfrentamiento con SL. Solo señalaré que son pocos los que miran las demandas del sindicato de profesores con objetividad, mientras que el resto, por acción u omisión, se suman al macartismo contra ese magisterio golpeado por 15 años de recesión económica, 20 años de violencia política y luego 10 años más de una campaña sistemática de desprestigio.

El SUTEP requiere con urgencia renovarse, requiere nuevos cuadros y nuevas formas de luchar, ello es urgente. Pero si emprende dicho esfuerzo será en vano si no encuentra interlocutores desprejuiciados, abiertos al diálogo, y que sean conscientes que están interactuando con el sector profesional más golpeado por el conflicto armado interno.


(También en: http://www.alertaperu.pe/publicar/articulos/1949-el-patito-feo-de-los-gremios.html )

Comentarios