¿y dónde está la agenda?

Este domingo se conmemora el día de la mujer y la agenda parece estar más difusa que nunca.

Para hacer un poco de memoria, aunque la fecha fue conmemorada por la ONU por primera vez en 1975, Año Internacional de la Mujer (y la fecha instaurada en 1977), este se venía celebrando desde inicios de siglo por el Partido Socialista de EEUU (1909) y luego por la Internacional Socialista (1910), aunque no exactamente el 08 de marzo, sino el 19, y fue en ese contexto que ocurrieron los recordados hechos de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York donde murieron 146 mujeres trabajadoras durante un incendio el 25 de marzo de 1911.

En un principio era el día de la mujer trabajadora, pero luego se fue extendiendo a toda la agenda de reclamos de las mujeres, y ha ido incorporando año tras años diversas demandas, siempre desde la perspectiva de aquello que afecta a las mujeres por su conidicón de mujer.

Así, para las Naciones Unidas, este año se enfatizó el tema del empoderamiento de las mujeres, señalando para la construcción de "un mundo en el que cada mujer y cada niña puede escoger sus decisiones, tales como participar en la política, educarse, tener sus propios vivir en sociedades sin violencia ni discriminación". También este año es oportunidad para revisar los compromisos asumidos por los estados en la Conferencia de Beijing hace 20 años para garantizar la igualdad y los derechos de las mujeres.

Tristemente en Perú, la aprobación de la ley contra el acoso sexual se ha visto empañada por burlas y comentarios por demás machistas de supuestos comunicadores y líderes de opinión, por no mencionar varias intervenciones desagradables en el Plen del Congreso, acordes con el bajo nivel al que nos tienen acostumbrados. ¿Y las organizaciones feministas? Hoy salieron a marchar rumbo a Yanacocha en solidaridad con Máxima Chaupe. Sí, voy a decir algo incorrectísimo, pero, la injusticia que viene sufriendo la hermana Máxima no la sufre por ser mujer, la sufre porque su propiedad se interpone en las ambiciones de una transnacional, y eso sería igual si fuera varón, mujer, joven, anciana, indígena, afroperuana, rica o pobre.

Mientras tanto, hoy cuando fui a visitar a mi mamá en la mañana vi a la señora afroperuana vendiendo sus tamales en la esquina, ajena a estos discursos, vi también a las jóvenes técnicas de enfermería trabajando como siempre, publicidad alentando a comprar regalos por el día de la mujer, y recordé cuando hace algún tiempo una señora me refería que no podía llegar a tiempo a la movilización, porque primero tenía que dejar hechas las cosas en su casa.

¿Y así me desean un feliz día de la mujer?

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